“Cobre Vivo” nos llevó a experimentar con el metal rojo y sus evocaciones, redescubriéndolo en el imaginario artístico y plasmándolo con la magia y la diversidad que nos otorga el lenguaje plástico.
Así, nuestras obras transitan en la búsqueda de rescatar las bondades de este metal rojo a través de la observación y la experimentación de sus texturas y oxidaciones, que evocan los colores del desierto y la riqueza de nuestra tierra.
El metal rojo se convirtió en nuestro hilo conductor para unir las diferentes disciplinas en torno a un solo material, reflejando el sentir profundo de nuestra tierra.